En estos días navideños nos gusta desear Felicidad.
Palabra tan repetida, que viaja de mail en mail, de sms en sms.

La psiquiatra Elizabeth Kübler-Ross nos enseñó
a través de sus trabajos y estudios que no deberíamos estar continuamente buscando hechos especiales para sentirnos felices,
que para ser feliz a las personas nos bastaba con ser uno mismo.

Sencillas palabras, lógicas, tan básicas y obvias que, como con tantas otras cosas,
se nos hace difícil llevar a la práctica.
Algo tan sencillo y humilde como ser uno mismo se nos torna complejo.

Nos complicamos tanto la vida...¿ Para qué ?
Si todas las vidas acaban igual, ¿ o no ?
Si toda vida, finalmente, acaba siendo letal.

No lo digo desde una postura pesimista, sino absolutamente
realista, positiva y optimista.
Para, desde esta posición finalista, aprender que la felicidad,
y sobre todo la alegría de cada instante, no está en el fin sino en el camino.
En aprender a apreciar los detalles, las pequeñas cosas.
Y darles el valor merecido. No obviarlas.

Ya lo decía la canción de Serrat :
" Son esas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas..."

Inumerables documentos hablan sobre la felicidad:
millones de libros de autoayuda o de pseudociencia,
artículos en revistas de todo tipo, algunos "post" de blogs,
como este que, tan generosamente, estás ahora leyendo querido amig@.
Cientos de conferenciantes por todo el mundo de diferentes religiones,
culturas, posiciones políticas, ... nos hablan desde sus tribunas sobre la felicidad.

No tengo argumentos estadísticos para demostrarlo, ni referencias contrastadas,
pero probablemente este sea el momento en toda la historia de la humanidad
en el que más hojas en blanco se rellenan sobre el tema.
En el que más tiempo y más energía dedicamos a intentar entender
cómo poder ser más feliz.

En ocasiones me pregunto:
¿ Cuándo vamos a cambiar y empezar a dedicar la misma energía
no en tanta reflexión paralizante sobre el tema sino a
SER MÁS FELICES CON NUESTRA ACCIONES ?

Tocaría ya pasar de la INTENCIÓN a la ACCIÓN.

La felicidad es un concepto etéreo, es intangible, subjetivo,
interpretativo desde el propio individuo.
Depende casi absolutamente, una vez teniendo cubiertas las necesidades
más básicas, de cómo interpretamos la realidad que nos rodea,
los hechos que nos van sucediendo.
Para vivir con alegría es, en general, más importante la interpretación
que hacemos de todo aquello que nos sucede, que los propios hechos.

La felicidad además suele vivir bajo el sol de lo efímero.
Cuando crees que la tienes cerca y te hace sentir bien,
no sé por qué extraña razón tendemos a pensar que no puede durar
y nos abalanzamos de nuevo sobre aquello que no deseamos.

¿ Y si cambiamos esta forma de ver y comprender lo que nos hace felices ?
¿ Y si la felicidad estuviera en todo aquello que forma parte de lo cotidiano,
y por ello, invisible ?

¿ Por qué no buscarla en un pequeño gesto,
en el guiño de un buen amig@,
en unos labios deseados,
en el abrazo repetido que cada vez se siente diferente,
en el roce de unas manos enlazadas,
en ese paseo con esa persona tan especial,
en el tiempo que usas para mirar a la Luna, cruzando los dedos,
en la sonrisa sabia del abuelito o
en la del desconocido que el azar sincrónico puso junto a ti en el cine,
en cada instante consciente, ... ?

Charo Izquierdo, directora de la revista " Yo dona ", hablaba en su artículo
del pasado fin de semana, sobre la felicidad.
¿ Cómo no en estas fechas... ?
Calificaba la felicidad como la necesidad de cuidar tres pilares básicos,
que ella llamaba " virtudes " :
el AMOR , el TRABAJO y el OCUPARSE DE UNO MISMO.

Estoy bastante de acuerdo con lo que esta periodista decía en su artículo.
Y con lo importante que debería ser para las personas cuidar
estas tres virtudes para vivir desde la alegría.
Es fundamental equilibrarlas adecuadamente.
Y también ella hablaba de " las pequeñas cosas ... ".

Ya lo decía
Elizabeth Kübler-Ross: ocuparse de ser uno mismo.

¿ A cuánta gente conocemos auto-calificados como infelices simplemente
porque han perdido el afecto consigo mismos ?

Seres que han abandonado su vida, han dimitido de ella para ocuparse
de aquello que nos les proporciona ninguna o muy poca satisfacción.
Se han abandonado por una blackberry.
A la que miman de forma compulsiva.
A la que miran cada pocos minutos, como si en esa micropantalla
estuviera todo lo que más desean.
La felicidad dependiente de un cacharro.
Esta gente se ha olvidado de lo que verdaderamente les debería importar:
de sí mismos.

¿ Y de los demás ?
¿ Nos hemos olvidado también de los demás ?
¿ De la gente que tanto queremos ?

La doctora Richard Ryan, de la Universidad de Rochester, se ha pasado
su vida profesional demostrando, con diferentes estudios,
que es más satisfactorio dar que recibir.
Parece contra-cultural.
¡ Pero es real !

Lo más necesario para ser feliz
es sentir que llevamos el timón de nuestra vida.
Que elegimos el camino desde nuestro yo.
Que no lo dejamos al azar o las decisiones de los demás sobre nosotros.
Que no son las circunstancias las que nos mueven,
sino que a nosotros nos mueven nuestros deseos e intereses.

Si esto no nos lo planteamos con continuidad y de forma cosnciente
lo vamos perdiendo con la edad.
A medida que nos vamos haciendo mayores dejamos que las vicisitudes de la vida
puedan con nosotros y nos vamos abandonando.
El ritmo de la vida se vuelve frenético.
Empezamos a descuidarnos física y mentalmente.

La felicidad se logra siendo capaz de tomar
las riendas de nuestra propia vida.

Tú eres el único responsable de tú propia vida.
El único responsable de lo que piensas y sientes.
No olvides que cada acción que realizas está bajo tu control.

Aristóteles llamo " Akrasia " a la debilidad de nuestra voluntad
que nos lleva a elegir lo más cómodo, lo que, aunque no nos convenga,
está más a mano, ...aún conociendo que existen opciones mejores.

Así que, llegados a este punto, he decidido dejar de meter el dedo
en el ojo de la felicidad y apagar mi Iphone.
Contemplaré el lago sentado en esta hamaca de teka, rodeado de nieve,
tapado con esta suave manta de lana y sabiendo que sus ojos están cerca.

Esas pequeñas cosas...
para SER FELIZ !!!