A veces tengo la sensación de que complicamos
casi todo lo que es sencillo por su propio ser.

Hoy, día de la Noche Buena, estoy de paseo por la ciudad
y observo que algo tan sencillo y básico
como es el amor y la felicidad
lo convertimos en complejo y costoso.
De difícil acceso.

Lo que realmente nos aporta valor en fechas como estas
es aprender a apreciar que cada día puede ser extraordinario.
Y practicarlo !!!
Parecería sencillo, ¿no?
Esto sí nos puede acercar a la felicidad de cada instante.
O al menos a vivir con más alegría.

En la línea recta está la sencillez.
Y la vida, como su poesía, es una línea recta que nos encargamos de torcer,
( si me permites la metáfora ...).
La vida es fuego y agua. En igual medida.
Ambos son sencillos y muy pasionales. Requieren de poca " química ".
Ambos son cálidos y fríos.
Necesarios...

Lo verdaderamente importante es sencillo
y además suele ser lo que nos une a todos;
al presidente y a su chofer, a la cocinera y a su amo, al niño y a su padre,
al alumno y a su profesor, al jefe y a su colaborador, ...

El amor, cuando es de verdad, es sencillo.
La felicidad, cuando se practica desde la alegría de cada instante, es sencilla.
Estas dos palabras mágicas, tan repetidas en estos días, también mágicos, son simples,
y, desde su simpleza, se hacen grandiosas.

MUCHA FELICIDAD
Y MUCHO AMOR
PARA TODOS VOSOTROS !!!