Hombre con la cabeza llena de nubes
Salvador Dali


Las palabras cuentan.
Lo que nos decimos, consciente o inconscientemente, impacta en nuestro hacer, en nuestro sentir.
Adquiere en nosotros un significado único.

Ahora, mientras empiezas a leer este artículo, tu mente está con ella misma en un 
diálogo interno
encargado de traducir tu pensamiento en un lenguaje de palabras.
No deja de construir a través del pensar significados a todo y los etiqueta gracias al
lenguaje de las palabras. 
Sin lenguaje no hay pensamiento.

El estado emocional y los pensamientos se retro-alimentan.
Los pensamientos, a través del lenguaje, originan una forma de observar el entorno y los eventos que vivimos; 
con ello creamos un estado emocional concreto que, a su vez, nos generan unas determinadas emociones.
Y es la suma de ambos lo que nos produce unos determinados comportamientos, 
que repetidos con frecuencia en el tiempo llamaremos hábitos, y que nos dan unos resultados u otros, producto de esa suma de emoción y pensamiento.

Parecería sencillo de explicar: 
el mundo que ves no tiene otro significado que el que tu le das.

Siendo simple, en este diálogo interno, sólo te caben dos opciones o sistemas de pensamiento:

El que se origina desde el amor.
El que se origina desde el miedo.


¡ ELIGES!

El primero observa desde el plano de la alegría, del pensamiento positivo, de la atención consciente
por ser resolutivo, desde el plano creativo, ...
El segundo, el del miedo, referido al miedo tóxico, no al necesario, no al biológico, natural, sano, 
te aleja de la vida, te paraliza, te sostiene en el pasado, te trae la memoria de huida o de ataque,
te bloquea y retiene en los hechos no deseados, te enfoca en la pérdida, en el fracaso, ...

No nos creamos que porque nadie nos escucha cuando nos hablamos a nosotros mismos el lenguaje pierde su fuerza.
Más bien, nos determina. 
Crear con el lenguaje en nuestro pensamiento para crear en nuestra vida. 
Cuidado con lo que nos decimos porque puede que suceda. 
Quizás la conversación interior, con nosotros mismos, sea la más importante de todas, 
y con frecuencia la descuidamos.
Uno de los mejores métodos de cuidado personal es cuidar lo que uno mismo se dice.
Recuerda esto: el cerebro se limita a seguir instrucciones sin cuestionarse las mismas, de forma inconsciente.

Pon atención a tu diálogo interior.  Intenta llevarlo en dirección del amor.
En ese caso saldrás del conflicto y así estás eligiendo paz.
Cuida tu conversación más personal: la tuya contigo mismo. Y así cambiará tu vida.
Cada pensamiento, por uso de un lenguaje u otro, contribuirá a mejorar el estado de amor 
o a llevarte por el camino del temor.

La ciencia lo tiene muy estudiado. Sabe que todo en tu organismo cambia dependiendo del vocabulario que usas.
La psico-neuro-inmunología está de moda. Nos lo interpreta y demuestra con numerosos estudios.

Siempre nos han dicho la importancia de la escucha. Necesitamos aprender a escuchar.
Y sobre todo, necesitamos aprender a escucharnos cuando nos hablamos.
Es una llave de cambio. 
De cambio del estado emocional. 
De cambio para poder visualizar una realidad u otra.
De cambio para vivir bajo la experiencia del amor o la de la huida.
La principal elección.
Y todo, depende de las palabras, del lenguaje. De su uso.

Tenemos unos 70.000 pensamientos al día. Tenemos 70.000 oportunidades al día de ser diferentes.
70.000 oportunidades de cuestionar nuestra realidad. 
Sin embargo, la mayoría de estos pensamientos son repetitivos. Ya conocidos por nuestra mente.
Entramos en bucles de repetición, en el llamado efecto masticación o rumiación silente.
No somos consciente de ello, pero así vamos construyendo nuestro sistema de creencias. 
Por enfoque y por repetición.
Así nos vamos "haciendo".

Para mejorar este sistema emoción-pensamiento-expectativa-acción que se auto-alimenta en sí mismo,
te sugiero tres claves para practicar:

Utiliza la técnica del contraste

Significa que deseches de tu vocabulario consciente, siempre que puedas, el "NO" de ausencia .
El cerebro no entiende el "no". Pues no se lo muestres. Muéstrale todo lo que sí puede hacer.
En vez de decir, "no quiero estar enfermo", di "quiero ser una persona saludable"
En vez de decir,  "no quiero ser pobre" di "quiero vivir con suficiencia"
En vez de decir, "no quiero suspender" di "voy a aprobar"
Desecha el no que impide consecución.
Basa conscientemente tu vocabulario en acciones afirmativas.

Desafía las creencias deshabilitadoras

Cuando detectes una creencia que te perjudica, primero sonríe y luego desafíala.
Son limitantes. Se repiten en la mente. Y llevan a elegir miedo.
Cambia el "es que soy tímido" por " "¿cuando lo empezamos?".
No podrás abandonar una creencia de la noche a la mañana. Necesitarás esfuerzo de repetición.
tienes que cambiar múltiples veces el pensamiento que la fortalece a través de un cambio de lenguaje.
¡ Desafíalas !
Demuéstrate que todas las creencias que te paralizan no son más que estados limitantes de tu mente
y que te están impidiendo ser quien quieres ser.

Busca estar presente

Se trata de una técnica que consiste en buscar en ti, en tu interior los pensamientos que te fortalecen.
Desecha pensamientos, y por lo tanto el lenguaje, que te acerca a la carencia.
Buscar la presencia es pasar a la acción.
Si quieres adelgazar tendrás que cambiar primero la creencia de que sí puedes, segundo tendrás que
hacer ejercicio y cambiar tus hábitos de comida. 
La presencia te lleva al empezar, a la ejecución desde el querer que algo necesario y nuevo en ti, suceda.
Al empezar y hacer con presencia lo nuevo, las vibraciones en ti cambiarán, incluso tus células, 
especialmente las neuronas, cambiarán de estado, tu cerebro, neuroplástico, se adaptará a lo nuevo 
y la neurogénesis creará nuevas neuronas que entenderán en lo que de nuevo estás.


Recuerda escucharte, buscar en tu diálogo interior, elegir amor, vivir en la acción lo elegido, empezar,...
todo esto

ESTÁ
EN 
TUS 
MANOS