Imagen de una de las playas de La Coveta (El Campello, Alicante)
Ya llegó, ...tanto tiempo esperándolo.
Pero, como todo, llega cuando "toca", cuando tiene que llegar.
El tiempo, como la vida, porque es lo mismo, no se puede comprar en un supermercado,
avanza en su tic-tac y llega cuando es el momento.
Y ahora es el momento de desaparecer.
De parar. De desconectar. De esfumarse.
Momento para apearse de la rutina cotidiana. De decir "hasta luego".
Llega la hora del salitre en la piel, del olor a cloro en las piscinas, del blanco y del azul,
de las copas frías, de la arena agradablemente pegajosa, de los besos dulces,
del tacto suave y sin prisa, de la lectura esperada, de la siesta risueña y babeante,
del amanecer sin llegar a dormir, de la luz brillante, de la arquitectura de lo nuevo,
de la ducha fría, del abrazo al sol, del placer por el placer de sentir sin hacer,
de la fiesta, de descubrir viejos lugares, de probar nuevos perfumes, del amor sin reparos,
del horizonte azul, del bálsamo del descanso merecido, ...
Momento de retiro.
De apagar el gris.
De encender la vida.
De compartir con los que amas...
Tiempo de WEI WU WEI,
según el Tao, de hacer no haciendo.
Tiempo para dejarse llevar, para fluir desde la parada.
Tiempo para gozar.
Tiempo para hacer aquello que no sirve para nada pero es útil para mucho.
Tiempo para conquistarse a uno mismo.
Tiempo para dudas que en el futuro se convertirán en sueños, en nuevos caminos.
Tiempo para reír.
Tiempo de luz reflejada en la mirada.
Tiempo de generosidad para repartir tiempo con quienes amamos.
Tiempo para dar la luz de nuestro interior. Para renovarla si así lo necesita.
Tiempo para enamorarnos de esas personas que, para cada uno, son únicas.
Tiempo para fundirse con la vida.
Tiempo de vida para vivir.
Tiempo de
V E R A N O