Todo está en continuo estado de cambio: M U T A N D O.

Nada en este mundo permanece estable.

También nosotros estamos en continuo estado de cambio. 

Nada permanece como fue, por mucho que nos empeñemos a veces en ello...

Más bien, esos empeños desaforados, nos producen sufrimientos, nos desestabilizan.

La mutabilidad es la esencia de lo que está vivo.


Los pensamientos también son mutables. 

Cambian con el tiempo, con el estado en el que vivimos nuestras circunstancias.

Si todo es mutable, también lo que pensamos, podremos deducir que cualquier definición

o aseveración, cualquier creencia o hábito, no está nunca cerrado.

No siempre será como fue.


Los seres humanos nos separamos o unimos unos de otros por contrastes, 

por los hechos y pensamientos que nos unen y por los que nos separan, 

...por oposición y por unión.

Nos alejan o nos acercan.

Pero también esto tiene carácter temporal.

Fue como fue, y puede ser diferente, o ya no serlo más...


Relacionarnos con amigos, nuestra pareja, nuestros hijos, los compañeros de trabajo, 

los vecinos, el equipo deportivo, etc... 

y NO ACEPTAR su radical mutabilidad es no entender bien la naturaleza de la vida 

y de las relaciones entre las personas.

No podemos exigir el no cambio; cuando esto es lo natural. Lo esperado. Lo lógico. Y biológico.


Lo siento, no esperad que sea como fui.

Tocará ser otro, ...cuando toque.

Y no me juzgaré por lo que fui en el pasado, 

por la sencilla razón de que a quién ahora juzgo ya no existe, es ya otra persona.

No pienso condenar su sabiduría ni su ignorancia pasada.

Mi foco: hoy. Y el descubrimiento atento del mañana.


Y, lo mejor, la consecuencia natural de entender bien este hallazgo 

sobre la mutabilidad del todo es la C O M P A S I Ó N 

hacia todo ser viviente. 

Entendernos desde las diferencias.


Buscamos un trabajo que nos genere seguridad.

Buscamos un matrimonio que nos de la felicidad para siempre.

Buscamos unas ideas firmes y estables sobre la sociedad en la que vivimos.

Buscamos un parecer sobre la moralidad que debe habitar este mundo.

Buscamos ritos y tradiciones que nos enlacen con el pasado.

...

Y todo esto es tan sólo un juego mental de continuidad sobre algo que predomina:


LA MUTABILIDAD DEL SER