Sí.

No.

Dos palabras de pocas letras, pero de una fuerza extraordinaria.

Y, es curioso, pero la mayoría de nuestros problemas son por decir "sí" demasiado rápido.

O "no" demasiado tarde.


En otras ocasiones las usamos equivocadamente, al revés.

Decimos "sí", cuando queríamos decir "no". O "no", cuando queríamos decir "sí".


Son dos palabras que "pesan" poco y, sin embargo, cambian el contenido de un mensaje.

Y el poder de relación con los demás.


A veces, las usamos para agradar a otros, ...no está mal si lo hacemos conscientemente.

Pero, ... ¿por qué no usarlas también para agradarnos a nosotros mismos?


Qué poder tienen estas cortas palabras de tan sólo una consonante y una vocal.


¿sí o no?