En un día que hacía mucho frío se encontraron dos erizos muy cerca uno de otro, 

y sintieron simultáneamente la necesidad de juntarse para darse calor

y no morir de frío.


Pero, ... cuando se aproximan mucho sienten el dolor de las púas de cada uno,

lo que les impulsa a alejarse de nuevo.


Sin embargo, como el hecho de alejarse va acompañado de frío insoportable,

se ven en el dilema de elegir:

herirse con la cercanía o morir de frío.


Por eso van cambiando la distancia que les separa, 

al principio se acercan mucho, y luego se alejan mucho,

hasta que, poco a poco, van encontrando la distancia óptima,

en la que no se hacen demasiado daño, tan sólo notan las púas del otro, 

y no mueren de frío por el calor que entre ellos se dan.


Este es un cuento de Shopenhauer, que representa un tipo de relación entre las personas,

en la que se encuentra esa distancia necesaria, para estar juntos pero sin hacernos daño.

Las relaciones humanas tienen mucho de este dilema: 

si me acerco me dañas, si me alejo mucho me daño.